Historias de Berlín: La Dama Blanca del Palacio

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Es una leyenda muy conocida que en el Palacio Real de Berlín, al igual que en muchos otros palacios y castillos alrededor del mundo, habitaba una mujer vestida de blanco. Cada vez que un miembro de la familia real iba a morir, la Dama Blanca solía aparecer de antemano para anunciar su muerte.

«Cubierta con ropa blanca de viuda, en un velo blanco de monja, ella camina a medianoche a través del castillo y sus muros”. Así escribió el romántico Christian Graf zu Stolberg sobre la Dama Blanca del Palacio de la Ciudad de Berlín. A lo largo de los siglos, generaciones de electores, reyes y emperadores han pasado por esta residencia de los Hohenzollern. Pero un invitado siempre ha permanecido fiel a la familia: La Dama Blanca, cuyo fantasma ha pasado a la historia. Esta mujer vestida de blanco solía aparecer en los distintos asentamientos de los Hohenzollern (principalmente en este palacio) siempre que había una muerte repentina en la familia.

El Palacio Real de Berlín se encuentra ubicado en el corazón de la ciudad. Fue construido en 1443 por el príncipe elector Federico II de Brandeburgo, y a partir del año 1451 se convirtió en el palacio residencial de la familia Hohenzollern. En los años siguientes, el castillo fue reconstruido y ampliado repetidamente. El elector Joachim II fue el primero en intervenir ampliamente en la arquitectura del palacio, ya que hizo demoler gran parte del palacio y erigió un edificio renacentista en su lugar.

Durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, el palacio sufrió graves daños. Sin embargo, su fin no llegó hasta 1950, cuando Walter Ulbricht, líder del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED) y secretario general del Comité Central, ordenó su demolición. En su lugar, en los años setenta se construyó el Palacio de la República. Con el final de la RDA, el edificio, que se encontraba contaminado por asbesto terminó siendo demolido.

El edificio que vemos hoy en día, fue diseñado por el arquitecto italiano Franco Stella. Comenzó a construirse en 2013 y se terminó en diciembre de 2020. Mientras que la fachada original del palacio fue reconstruida fiel al original en tres lados del edificio, el lado que da hacia el río Spree tiene un diseño moderno. El palacio se utiliza actualmente como Foro Humboldt para la cultura, el arte y la ciencia.

Tras los pasos de la Dama Blanca…

Hacia finales de 1786, tras la muerte de Federico II de Prusia, se hablaba más que nunca del fantasma de la Dama Blanca en el Palacio Real de Berlín. Incluso se dice que la Dama Blanca se le apareció a una joven, que murió poco tiempo después como resultado del terror.

Pero la Dama Blanca no siempre traía desgracias. Según cuenta la leyenda, a menudo hacía exactamente lo que se espera de un fantasma. Se le veía caminando por los pasillos de noche con su larga túnica blanca, la capucha y el velo de viuda echados hacia atrás. Las puertas se abrían de golpe, las cadenas sonaban y en algunas festividades las cosas se arreglaban y limpiaban como por arte de magia. Si los sirvientes del lugar eran demasiado descuidados o si alguien irritaba a la dama blanca, entonces ella hacía notar su presencia con todo tipo de sustos.

Se dice que el fantasma apareció por primera vez en 1598, ocho días antes de que muriera el elector Johann Georg, y que se ha manifestado antes de cada muerte desde entonces. En 1619 se vio a la Dama Blanca antes de la muerte del margrave de Brandeburgo y príncipe elector Johann Sigismund. En 1659 y 1660, apareció varias veces poco antes de que muriera Isabel Carlota del Palatinado, madre del elector Federico Guillermo I de Brandeburgo.

Pero en 1666, según un viejo informe, castigó severamente a quien se había burlado de ella. El entonces jefe de caballería del Gran Elector Federico Guillermo, dijo varias veces que ansiaba verla, pues era un hombre valiente y audaz. Tan pronto como salió de las habitaciones del Gran Elector y estaba a punto de bajar las escaleras, la Dama Blanca se le apareció. Él la atacó airadamente, preguntándole si no había bebido suficiente sangre de príncipe y si acaso quería obtener más, tras lo cual, en lugar de responder, el fantasma lo arrojó por las escaleras con tal fuerza que sus costillas se rompieron; sin embargo, no sufrió más daños como consecuencia de ello.

Un año más tarde, es decir, en 1667, la electora Luise Henriette también tuvo un extraño encuentro a fines de junio de ese año. Ella afirmó haber visto a la mujer de blanco sentada en su escritorio al entrar en su habitación, ocho días después Luise Henriette falleció. Su marido, el Gran Elector Federico Guillermo murió en 1688. Poco antes de su muerte, el capellán de la corte Anton Brunsenius había informado de la aparición del fantasma de la dama blanca.

En febrero de 1713, una figura femenina blanca con un candelabro y una cruz de altar se le apareció al primer rey de Prusia, Federico I, antes de su muerte. Al parecer, quería recordar al monarca, poco interesado en la religión, que debía arrepentirse.

La Dama Blanca también recorrió la escalinata del palacio antes del fallecimiento de Federico Guillermo II en 1797. Y antes del asesinato de Federico Guillermo IV (26 de abril de 1844), se dice que subió y bajó del Salón Suizo en plena noche.

También se dice que siguió al emperador Federico III, quien tenía una enfermedad terminal, al Palacio de Charlottenburg en 1888, donde apareció rondando a un centinela que, tras dirigirse a ella tres veces, le disparó. La Dama Blanca lo miró seriamente y se deslizó junto a él, el centinela bajó el rifle horrorizado. El disparo había convocado a los guardias. Inmediatamente, todas las salidas del castillo fueron vigiladas y el parque y los edificios fueron registrados a fondo. La Dama Blanca no fue encontrada.

Pero, ¿de dónde viene este fantasma? ¿Quién está detrás de la Mujer de Blanco?

Con tantos acontecimientos, naturalmente surgió la pregunta de si había una figura histórica detrás de la Dama Blanca. De hecho, existen varias historias sobre quién podría haber sido esta mujer que atormentaba a los Hohenzollern. Una de ellas cuenta que fue Anna Sydow (la amante del elector Joachim II), quien apareció por primera vez el 1 de enero en el Palacio ante el elector Johann Georg ocho días antes de su muerte, como castigo por romper a su palabra. Ya que su padre, Joachim II, en su lecho de muerte lo había hecho prometer cuidar de Anna, y de su hija Magdalena. Pero contrariamente a su promesa, al morir su padre, Johann Georg  hizo encarcelar a Anna Sydow en la Torre Julius de la Ciudadela de Spandau, y revocó el título de nobleza de Magdalena.

Otros dicen que el fantasma vino de Franconia y se mudó aquí por primera vez con los Hohenzollern. Según la leyenda, la condesa Cunegunda de Orlamünde, que era viuda y madre de dos hijos, se enamoró apasionadamente de Alberto el Hermoso, hijo de Federico IV, Burgrave de Nuremberg. Alberto dijo que se casaría con ella si «cuatro ojos no se interpusieran», refiriéndose a sus padres que no aprobaban el matrimonio. Cunegunda confundió su mensaje y supuso que con los cuatro ojos se refería a los hijos de ella. Ebria de amor, la condesa apuñaló a los dos niños en la noche insertándoles agujas en sus delicados cráneos. Alberto, horrorizado por sus acciones, se negó a casarse con ella.

Devastada por lo que había hecho, Cunegunda huyó al Vaticano en Roma para encontrar el perdón y la absolución de sus pecados. Como penitencia, el Papa le ordenó construir un monasterio y luego entrar a consagrar su vida a la oración. Algunas versiones de la leyenda afirman que lo hizo, caminando de rodillas desde Plassenberg hasta el valle de Berneck para establecer allí un monasterio. También hay quienes sostienen que se convirtió en abadesa de un convento cisterciense en Himmelsthron, donde murió en 1351. Coincidentemente, el hábito de la Orden Cisterciense es todo blanco. Otros afirman que fue condenada a cadena perpetua por asesinato y otros que murió de agotamiento mientras peregrinaba. Por otro lado, los historiadores refutan esta leyenda, diciendo que Cunegunda de Orlamünde no tuvo hijos.

Una última historia, cuenta que el fantasma de la mujer de blanco que acechaba a los Hohenzollern, es una mujer llamada Perchta von Rosenberg. En 1449, su padre y su familia la obligaron a casarse con Johan von Lichtenstein, que era de la Casa de Hohenzollern, por razones políticas y económicas.

Joahn era un tipo testarudo, que maltrataba y golpeaba una y otra vez a Perchta , pero nadie la ayudaba. Ella le contó a su padre sobre el comportamiento deplorable de Johan y pidió que la rescatara, pero esto fue en vano ya que en ese momento era un derecho del esposo golpear a su esposa, por lo que ella se vio obligada a tener que vivir con él.

Se dice que en su lecho de muerte, Johan se arrepintió de su comportamiento y le pidió perdón a su esposa, pero ella lo rechazó. Enojado, maldijo a Perchta, diciéndole: «Que no tengas descanso incluso después de la muerte». Después morir Johan, los hermanos de Perchta la llevaron de regreso a su hogar donde vivió hasta sus últimos días. Sin embargo, se dice que la maldición se hizo realidad al final, y que Perchta comenzó a perseguir a la dinastía Hohenzollern prediciendo y advirtiendo sobre muertes y desastres antes de que ocurrieran.

Según cuenta la historia, la Dama Blanca fue vista por última vez por un vigilante nocturno en enero de 1945, tres días antes del bombardeo del palacio.

1 comentario

  1. Hermosa e interesante historia y como siempre relatada en forma muy amena. Felicitaciones, tienes cualidades de escritora.

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